El discurso inaugural del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, General Raúl Castro Ruz, se centró en enfatizar la necesidad de continuar profundizando la consolidación de la CELAC como representante legítima de los intereses de los países de la región, a pesar de las diferencias que existen en el plano político entre ellos. Esto es especialmente importante para avanzar en el camino hacia la paz, concebida, por un lado, como contracara de un modelo de desarrollo propio, que elimine las desigualdades existentes en la actualidad; y por otro lado, como compromiso de desterrar la amenaza o el uso de la fuerza y la confrontación armada como medios para la resolución de los diferendos interestatales, tal como lo estipula el Derecho Internacional.